Estás tan fuera de mi alcance,
como la estrella más distante,
la que atraviesa Alfa Centauri,
esa distancia me separa de ti.
Mi amor orbita fuera del sistema que te abraza,
y, aun con súbitas fulguraciones,
es ignorado y expulsado de tu galaxia,
evadido por tus bellos ojos centelleantes.
Con un chispazo de tu sonrisa enciendes
mi centro gravitatorio, generando erupciones,
llenando mi núcleo de plasma ardiente,
impregnas vida con tu vibrante energía.
Voy flotando en el profundo espacio,
sumergido en el frío cosmos, solitario,
y se alarga más mi condena
de existir lejos de ti y tu atmósfera.
Me oriento con inquietas constelaciones,
pero estás a diez mil millones de años luz,
tan lejana como un hermoso cuásar,
yo, perdido, entre viejos planetoides.
Imagino estar enamorado de ti,
y un pesado sufrimiento me invade,
una tristeza penetrante y colosal,
al saber que, para ti, soy basura espacial.
Ante el firmamento, es rotundo:
no estaremos juntos en esta vida,
tus sublimes ojos, luz de luna,
me confinan a un entorno distanciado.
Suspiro profundamente, y exhalo,
y con un gesto de tus manos intangibles
termino siendo inadvertido,
como una estrella fugaz solitaria
paseándose por la madrugada.
Perdona si no logro confesártelo,
el tiempo no me ofrece ningún consuelo,
y ante la ternura de tu rostro compasivo
¡y esos labios de deseo perpetuo!
bajo la mirada y paso desapercibido.
Categories: Poemas
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