Ya la duda ponzoñosa se encuentra vuelca en risa,
la espera falla angustiada y se desespera,
la incógnita de tu sonrisa es más oscura que la noche misma,
no tan serena, solo ausente o extraviada.
En mi despistado subconsciente te atraviesas,
y en mi corazón se gesta una caricia lastimera,
déjame encallar en un fragmento inexplorado
de tus sentimientos,
bañarme en las aguas cálidas de tus sabores,
concédeme la serenidad de regocijarme
en uno solo de tus pensamientos, para así,
poder controlar esta estampida de emociones,
que solo me hacen desvariar
mientras me pierdo de tus caricias,
hundido en un charco de limitaciones.
A duras penas logro perder tu rastro entre menesteres,
pero llega la corriente nocturna, ¡y me enferma!
me atasco en un clima gélido de sinsabores,
así es como se ve la vida, grisácea, algo ácida,
cuando dentro de tu conciencia soy un navegante,
que se pasea en la nada.
Categories: Poemas
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