Aborrecible depresión
nuevamente soy tu esclavo,
pérfida mujer que destrozas mi utopía,
me convertiste en desdichado
y callaste sin dar razones.
¡Mujer Ficticia!,
quien nunca dialogo con franqueza,
¡Mujer sin sentimientos!,
que escaso corazón tuviste,
pues no te importo
volver a enviarme al mismo infierno.
¡Mujer maligna!
pues no te importo
mi peor pesadilla
materializar.
¡Malévola mujer!
¡Perdición sutil!
por la cual ahora padezco
y muero en esta triste realidad.
¡Muero en silencio!
«Mientras disfrutas de esta vida
que para ti es bella,
pero para mí, una inmunda pesadilla,
en la cual viviré por siempre».
Mi corazón aun tibio de sufrimiento
y mis lágrimas, que no cesan,
mientras escribo, mi lamento,
poco a poco la depresión se adueña de mí,
para convertirme en un ente convaleciente,
torturado por la amargura de esta sádica traición,
nadie podrá liberarme ahora del dolor.
La muerte espera por mí
y desertan mis deseos de vivir,
para dejarme caer vencido,
lamentando este suplicio.
Evocando momentos sumamente bellos
recordé que te vi con él,
mis malditos ojos de vieron,
tan malditos como tú ser.
Y la prueba más fatal de tu traición,
descubrí tambaleante y febrilmente,
cuando vi tu esencia partir con él.
¡Padre santo! ¡Te agradezco!
pues me esclareciste la bestial verdad,
pero no me siento liberado,
soy esclavo de este funesto dolor,
y no hallo salida a la depresión
¡Tómame en tus brazos padre!
manifiéstate ante mí,
quiero saber que me acompañas,
en estos momentos melancólicos,
de delirio y aflicción.
¡Padre no me desampares!
¡ahora que más preciso de tu amor!
restaura mi alma con reciedumbre
para soportar este tormento,
pues los deseos de vivir estoy perdiendo
y me voy dejando caer,
en un mundo gélido y de aislamiento,
subsistiendo y desfalleciendo,
y entretanto, muero a cada minuto en silencio…
Categories: Poemas Malditos
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